«Habiendo, pues, nacido Jesús en Belén de Judá, reinando Herodes, he aquí que unos magos vinieron de Oriente a Jerusalén, preguntando: ¿Dónde está el nacido rey de los judíos? Porque vimos en Oriente su estrella y hemos venido con el fin de adorarle...»

«Y entrando en la casa, hallaron al niño con María, su madre y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus cofres, le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra».

Desde que San Mateo evangelista refiriera así la visita de los Magos de Oriente al recién nacido Jesús de Nazaret, han pasado casi 2.000 años. Pero Melchor, Gaspar y Baltasar han atrapado el tiempo y cada 5 de enero, aparecen tan frescos y majestuosos como el año anterior, fieles a su cita con la ilusión infantil y saludando a niños y mayores desde sus carrozas. Hay nervios entre la población menuda y no es para menos. Faltan sólo unas horas para que los Reyes Magos entren por la ventana.

Mañana por la tarde, Melchor, Gaspar y Baltasar se dejarán ver en la ciudad durante un par de horas, en la cabalgata que recorrerá el centro de Irun. Tanto es el trabajo que van a tener, que necesitan un numeroso grupo de ayudantes. Alrededor de 130 antorcheros les acompañarán en el desfile, iluminando las calles por las que luego realizarán su mágico y titánico reparto de juguetes. Además, una veintena de jóvenes colaborarán con ellos en el lanzamiento de caramelos.

Visita a los 'niños grandes'

La sociedad Irungo Atsegiña lleva el peso de la organización de la estancia de los Reyes Magos en Irun, para lo que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de la ciudad, que se encarga de tener dispuestas las carrozas de Sus Majestades. La Coordinadora de Grupos de Tiempo Libre y Ondare Kultur Elkartea tienen una participación muy destacada en el acompañamiento de los Magos, al igual que los encargados de la ambientación y animación musical, que corre a cargo de Santiagoko Deabruak, Zozongo Batukada, Auntza Trikitixa Taldea, las Majorettes de San Vicente de Paúl, las fanfarres Elizatxo y Los Trankilos y La Banda de Música Ciudad de Irun.

Melchor, Gaspar y Baltasar estarán visibles al público por un corto espacio de tiempo, pero la organización de su llegada lleva muchas horas de preparación; un trabajo que realizan de forma desinteresada las asociaciones y colectivos mencionados.

Luis Etxebeste, presidente de la Irungo Atsegiña, ejerce de chófer de los Reyes Magos y sus pajes, durante la tarde del día 5. «Recibimos a Sus Majestades en el local social y, desde allí, los trasladamos en coche, primero a las residencias de ancianos y después a la avenida de Letxunborro, donde les esperan sus carrozas».

Tres horas antes del inicio de la cabalgata, Melchor, Gaspar y Baltasar realizan una labor muy importante, aunque menos conocida. «La sociedad Irungo Atsegiña ha sido, durante muchos años, madrina de los niños del asilo», explica Etxebeste. «Ahora no hay asilo de niños, pero sí hay personas mayores internas en la residencia municipal y en otros centros, que son nuestras ahijadas. Cada día 5, sobre las tres de la tarde, salimos de la sociedad con los Reyes Magos y sus pajes y visitamos las residencias de Ama Xantalen, Inmaculada de Mendibil, Bidasoa de Anzaran, Cruz Roja y Caser-Anaka y les llevamos un rosco de reyes de regalo. A mí me resultan más emotivos esos momentos que los de la cabalgata. Es precioso ver cómo la gente mayor se emociona con la llegada de los Reyes, cómo se quieren hacer la foto con ellos, cómo todavía tienen a su rey favorito... Por muy mayores que sean, mantienen esa ilusión. Además, el día de Reyes es el último de la Navidad. Son días en los que muchos mayores están arropados por la familia, pero otros no tienen familiares o no los tienen aquí y agradecen mucho la visita de los Reyes. Se viven momentos muy emocionantes. También en la cabalgata hay momentos muy bonitos. Sólo hace falta mirar las caras de los niños, pero quizá nos impresionan menos porque la ilusión infantil está más asumida».

La Coordinadora de Tiempo Libre de Irun aporta a la mayoría de los ayudantes de Sus Majestades, entre 130 y 150 jóvenes. «Vista desde las aceras, la cabalgata, parece sencilla, porque todo pasa en un espacio corto de tiempo, pero lleva lo suyo», añade el presidente de la Irungo Atsegiña. «Hay mucho trabajo de organización interna y muchas cosas que cuidar. Hay que tener en cuenta que los pajes van con antorchas. Son jóvenes, pero ya un poco mayorcitos y responsables. Y luego está el reparto de caramelos, con el que hay que tener mucho cuidado, porque hay quien es capaz de atropellar a cualquiera para cogerlos. En este sentido, son peores muchos abuelos que los propios niños».

Los colectivos participantes en la cabalgata tienen «varias reuniones a lo largo del año. La primera suele celebrarse en enero, una vez pasado el día 6, para ver qué hemos hecho mal, corregir los posibles fallos y hablar sobre las mejoras que sean necesarias. Luego, no volvemos a reunirnos hasta después del verano, cuando faltan cuatro meses para el 5 de enero. Lo bueno de la cabalgata es que es una rueda que ya está engrasada. La gente que participa tiene continuidad y sabe por dónde van los tiros. Si hay nuevas incorporaciones, siempre se colocan al lado de alguien con experiencia».

La cuarta carroza

Además de las carrozas de Melchor, Gaspar y Baltasar, la cabalgata de Reyes de Irun cuenta con una cuarta que desplaza por todo el recorrido a personajes de las películas de Disney. Este año serán los ratones Mickey y Minnie Mouse, el perro Pluto y el pato Donald los elegidos para cerrar el desfile y, al igual que los Reyes, cada uno irá acompañado por un paje. De esta cuarta carroza se encarga la asociación Ondare Kultur Elkartea. «Este es el segundo año que participamos en la cabalgata y lo hacemos encantados», dice Iñigo Mangas. «Estamos contentos porque estrenamos los trajes de los pajes, que nos ha regalado una asociación de Villena (Alicante) y son muy bonitos».

Además de participar en la cabalgata, Ondare Kultur Elkartea tiene también trabajo el día 5 por la mañana. «Visitamos con los Reyes Magos varios pisos de acogida de Irun, así que esos niños serán los primeros en recibir los regalos».

Ni Luis Etxebeste, que desde hace años les lleva en coche a todas partes, ni Iñigo Mangas, que les acompaña en la cabalgata y les conduce a los pisos de acogida, se explican cómo los Reyes Magos son capaces de llegar, en una sola noche, a todas las casas de Irun.